Quiero añadir algo más sobre Sor Damiana, porque creo que su gran personalidad lo requiere y que ayer olvidé mencionar. Un día, por azar, al dirigirme al despacho de mi Trabajador Social, Antonio, pasé por delante de la puerta entreabierta de otro, y, ¿qué fué lo que llamó mi atención?: la imagen de Sor Damiana sentada frente a un ordenador. Sí, sus 85 años, hoy lo he sabido, no son obstáculo para trabajar en un ordenador y moverse por Internet. Además, sus ojos, con los que también nos controla a todos en el comedor, no necesitan gafas.
Antonio Ariño Ramis
-
← Revisión anterior Revisión de 15:07 8 dic 2017
(No se muestra una edición intermedia realizada por un usuario)
Línea 5: Línea 5:
|sexo=Hombre
|se...
Hace 7 años
0 comentarios:
Publicar un comentario